(11.03.2020 NotisaludBo).- En esta oportunidad centraremos nuestra mirada y preocupación en los profesionales de salud quienes son los principales artífices del combate a la Pandemia mundial que afecta al mundo.
Hemos conversado con los galenos, en busca de diferentes opiniones y recomendaciones para facilitar sugerencias en el caso de esta pandemia, CoVid-19. Acudimos al Dr. Jorge Antonio Suarez, quien amablemente describio lo siguiente:
El siguiente consejo se proporciona como un recurso para profesionales de la salud del Reino Unido basado en una combinación de evidencia disponible, buenas prácticas y asesoramiento de expertos. Las prioridades son la provisión de atención segura a las mujeres con sospecha/confirmación de COVID-19 y la reducción de la transmisión posterior.
Tenga en cuenta que esta es una situación muy cambiante y esta guía es un documento vivo que puede actualizarse si hay nueva información disponible o cuando esté disponible. Por lo tanto, le sugerimos que visite esta página regularmente para obtener actualizaciones.
Esta guía se mantendrá bajo revisión regular a medida que surjan nuevas pruebas. Si desea sugerir áreas adicionales para que cubra esta guía, cualquier aclaración requerida o presentar nueva evidencia para su consideración, envíe un correo electrónico a COVID-19@rcog.org.uk. Tenga en cuenta que no podremos brindar asesoramiento o información clínica individual para requisitos organizativos específicos a través de esta dirección de correo electrónico.
El virus
El nuevo coronavirus (SARS-COV-2) es una nueva cepa de coronavirus que causa el COVID-19, identificado por primera vez en la ciudad de Wuhan, China. Otras infecciones por coronavirus incluyen el resfriado común (HCoV 229E, NL63, OC43 y HKU1), el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) y el síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV).
Epidemiología
El virus parece haberse originado en la provincia de Hubei en China hacia fines de 2019. Desde entonces, China se ha mantenido como el país con el mayor número de personas infectadas. Dentro de Europa, Italia es el país actualmente más afectado.
Naturalmente, esta situación está cambiando rápidamente y para obtener el consejo más actualizado, consulte los consejos locales de Protección de la Salud. La protección de la salud es un asunto delegado y hay enlaces a guías locales disponibles para Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte. Salud Pública Inglaterra (PHE) y Protección de la salud de Escocia (HPS) se han citado a lo largo de este documento; Se actualizará la orientación específica de las otras áreas del Reino Unido a medida que estén disponibles.
Las mujeres embarazadas no parecen ser más susceptibles a las consecuencias de la infección con COVID-19 que la población general. Los datos son limitados, pero se debe considerar especialmente a las mujeres embarazadas con enfermedades médicas concomitantes que podrían estar infectadas con COVID-19 hasta que la base de evidencia proporcione información más clara. No hay muertes reportadas en mujeres embarazadas en este momento.
Transmisión
La mayoría de los casos de COVID-19 a nivel mundial tienen evidencia de transmisión de humano a humano. Sin embargo, han aparecido casos recientes donde no hay evidencia de contacto con personas infectadas. Este virus parece propagarse fácilmente, a través de métodos respiratorios, fomíticos o fecales. Se recomienda a los proveedores de servicios de salud que empleen medidas estrictas de prevención y control de infecciones (IPC); la guía está disponible según la guía local de Protección de la Salud.
Solo se ha informado en la literatura un caso de posible transmisión vertical (transmisión de madre a bebé prenatal o intraparto).1 La opinión de los expertos es que es poco probable que el feto esté expuesto durante el embarazo. Una serie de casos publicada por Chen et al evaluó el líquido amniótico, la sangre del cordón umbilical, los hisopos de garganta neonatal y las muestras de leche materna de madres infectadas con COVID-19 y todas las muestras dieron negativo para el virus.2 Además, en un artículo diferente de Chen et al, tres placentas de las madres infectadas se tomaron muestras y se les dio un resultado negativo para el virus.3 Por lo tanto, es más probable que la transmisión sea como un recién nacido. Actualmente no hay evidencia sobre la transmisión a través de fluidos genitales. El manejo del recién nacido durante la unión y alimentación tempranas se discute a continuación en la Sección 3.8.
Efecto sobre la madre/síntomas
La gran mayoría de las mujeres experimentará solo síntomas leves o moderados de resfriado/gripe. Tos, fiebre y falta de aliento son otros síntomas relevantes.
Los síntomas más graves, como la neumonía y la hipoxia marcada, se describen ampliamente con COVID-19 en las personas mayores, los inmunodeprimidos y aquellos con afecciones a largo plazo, como diabetes, cáncer y enfermedad pulmonar crónica. Estos síntomas pueden ocurrir en mujeres embarazadas, por lo que deben identificarse y tratarse de inmediato. En la actualidad hay un caso reportado de una mujer con COVID-19 que requirió ventilación mecánica a las 30 semanas de gestación, luego de lo cual tuvo una cesárea de emergencia y se recuperó bien.4
Dentro de la población general, existe evidencia en evolución de que podría haber una cohorte de individuos asintomáticos o aquellos con síntomas muy leves que portan el virus, aunque se desconoce la incidencia.
Efecto sobre el feto
Actualmente no hay datos que sugieran un mayor riesgo de aborto espontáneo o pérdida temprana del embarazo en relación con COVID-19. Los informes de casos de estudios de embarazo temprano con SARS y MERS no demuestran una relación convincente entre la infección y un mayor riesgo de aborto espontáneo o pérdida del segundo trimestre.5
Como no hay evidencia de infección fetal intrauterina con COVID-19, se considera improbable que el virus tenga efectos congénitos en el desarrollo fetal.
Hay informes de casos de parto prematuro en mujeres con COVID-19, pero no está claro si el parto prematuro siempre fue iatrogénico o si algunos fueron espontáneos. El parto iatrogénico fue predominantemente para indicaciones maternas relacionadas con la infección viral, aunque hubo evidencia de compromiso fetal y ruptura prematura de la membrana antes del parto, en al menos un informe.